Innovación Médica
Potenciar la faceta asistencial de la hematología, mejorar el diagnóstico y apostar por tratamientos novedosos, así como invertir en terapias innovadoras como CAR-T, son algunas de las principales demandas de la SEHH. Hablamos con su presidente, Ramón García, quien añade otra de las prioridades esenciales de la especialidad: ampliar la formación a cinco años y mejorar las condiciones laborales de los profesionales.
La Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) reúne a casi 3.000 asociados, en su mayoría hematólogos, pero también biólogos, bioquímicos y farmacéuticos interesados en la hematología, así como oncólogos, pediatras, internistas y patólogos que pueden llegar a tener relación con la especialidad.
“Llevo un año como presidente electo, y casi dos años como presidente en efectivo”, declara Ramón García, presidente de SEHH, y añade: “Los objetivos de nuestra entidad son la promoción, el desarrollo y la divulgación de la especialidad de hematología y hemoterapia en todos sus aspectos, unir a todos sus asociados, favorecer las relaciones con sociedades afines, asesorar a las autoridades, defender intereses profesionales de los especialistas, ayudar a velar por la ética profesional y fomentar la investigación en nuestro ámbito”
Jefe de la Unidad de HLA y Biología Molecular del Servicio de Hematología del Hospital Universitario de Salamanca e investigador en la sección de hematología del Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca, Ramón García también es profesor asociado en la facultad de medicina de la Universidad de Salamanca.
“La hematología es una especialidad con una doble faceta: clínica y biológica; es decir, con atención directa a pacientes con enfermedades muy frecuentes, y con atención de laboratorio a múltiples aspectos biológicos del ser humano vehiculados por la sangre”.
Interdisciplinariedad
De ahí que la interdisciplinariedad sea una de las señas de identidad de una especialidad presente en afecciones como la trombosis, las hemopatías malignas o las alteraciones congénitas de la sangre. Su faceta en el laboratorio se centra en estudios del hemograma y la citología de la sangre, la coagulación o las pruebas de banco de sangre. “Todo lo cual incluye la preparación de tratamientos celulares como la transfusión de todos los componentes de la sangre (glóbulos rojos, células madre, plasma o células modificadas)”.
En su día a día, Ramón García dedica la mayor parte del tiempo a la atención de pacientes con hemopatías malignas, en especial linfomas y gammapatías monoclonales (mieloma), y al diagnóstico molecular de las enfermedades hematológicas, en especial de las patologías neoplásicas de la sangre.
“Con respecto al equipamiento, uno de los principales avances, no exento de polémica, ha sido la inclusión de la hematimetría y la coagulación en los equipos ‘Core’ de los laboratorios. La obligación de los hematólogos aquí es velar porque la cantidad no perjudique la calidad”.
Dentro de la aparatología cabe destacar los sistemas de PCR digital, la secuenciación de nueva generación, los equipos de citometría de flujo multicolor, los nuevos microscopios y los sistemas de estudio digital de las imágenes que se obtienen en los estudios de citogenética.
“Seguimos ampliando el armamento terapéutico mediante el empleo de nuevos anticoagulantes orales, de nuevos fármacos de molécula pequeña que son inhibidores de vías metabólicas esenciales en tumores, nuevos quimioterápicos, nuevos anticuerpos monoclonales convencionales, conjugados y
biespecíficos, y por supuesto, las células CAR-T.
Ramón García, presidente de la SEHH (Médico especialista en hematología y hemoterapia,
Constante crecimiento
La especialidad sigue creciendo a la par que las mejoras en el diagnóstico, el tratamiento y la prevención. “La terapia génica también está llegando para solucionar problemas tan graves como las anemias congénitas, insuficiencias medulares de origen genético, hemofilia, etc.
Y no olvidemos las nuevas capacidades que tienen nuestros servicios de transfusión para ofertar transfusiones mejores y más seguras, así como servicios de terapia celular y plasma cada vez más eficientes”.
Innovación médica que llega para quedarse. “Solo así se puede progresar y dar mejores servicios a los pacientes con enfermedades hematológicas. Los mayores avances siguen produciéndose en el campo terapéutico, aunque solo tras un buen diagnóstico se puede hacer un buen tratamiento”.
Diagnóstico de precisión
Y es que el diagnóstico es clave. “Debemos seguir invirtiendo en la implementación de los nuevos sistemas de medicina de precisión, en especial la secuenciación de nueva generación”, advierte el presidente de la SEHH, y concluye: “En el campo de la terapéutica hay que invertir en investigación para saber cuáles son los mejores tratamientos.
Muchos de los más recientes son muy prometedores como son la terapia CAR-T y la terapia con anticuerpos y específicos. Tenemos que invertir para saber cuál de ellos será el mejor e incluso para saber si ambos pueden convivir”.
Por eso es prioritario que todos los hematólogos tengan acceso al diagnóstico de precisión. “A día de hoy, esto no ocurre en muchos hospitales pequeños, lo cual es inadmisible. Otra cuestión esencial es facilitar el acceso a los medicamentos eficaces”.
Esto es, el sistema de acceso a fármacos debe ser mejorado para tener a disposición fármacos existentes ya en otros países como EEUU, Alemania o Francia.
“Debemos seguir invirtiendo en la implementación de los nuevos sistemas de medicina de precisión, en especial la secuenciación de nueva generación”
Ramón García, presidente de la SEHH
Formación
Desde el punto de vista profesional, urge conceder el quinto año de formación en hematología. “La especialidad ha crecido tanto que empieza a ser inadecuado que los especialistas de hematología dispongan sólo de cuatro años de especialización, lo cual está cercano en la mala praxis. En otros países ya está en los cinco años o incluso seis”, sostiene Ramón García.
Precisamente en el aspecto profesional ha influido -y mucho- la llegada de la pandemia. “La crisis del Covid-19 está infundiendo pavor en nuestros administradores, tanto que está llevando a rechazar inversiones en diagnóstico que sólo provocarán un encarecimiento asistencial a medio plazo”, afirma el presidente del SEHH, y añade: “Necesitamos que todos los profesionales especialistas tengan un reconocimiento profesional y salarial, pero sobre todo un reconocimiento social que hasta ahora se
les ha negado”.
Inversión
Y es que la mejora solo es posible con más inversión. “Desde la Administración se debe estimular la inversión en Sanidad de forma clara, es decir, apostar por la mejora del sistema sanitario público sin deteriorar el privado y conseguir que la salud completa sea una realidad para todos los ciudadanos”. Desde la hematología y desde la SEHH todos los profesionales “estaremos dispuestos a arrimar el hombro para conseguir esos objetivos”