Leucemia de Células Plasmáticas 

ilustración al de Leucemia de células plasmáticas

La leucemia de células plasmáticas (LCP) es una complicación grave del mieloma múltiple (MM).

Se caracteriza por la presencia significativa de células plasmáticas malignas en la sangre periférica, lo que indica una progresión avanzada o agresiva de la enfermedad.


Es una forma rara y agresiva de neoplasia plasmática en la que las células plasmáticas malignas (derivadas del mieloma múltiple) escapan de la médula ósea y se diseminan ampliamente al torrente sanguíneo.


Diagnóstico

Se considera leucemia de células plasmáticas cuando:

Las células plasmáticas en sangre periférica representan ≥20 % del recuento leucocitario total.
O cuando hay un número absoluto de células plasmáticas en sangre ≥2 × 10⁹/L.


Clasificación:

Primaria:

Aparece de novo, sin diagnóstico previo de mieloma múltiple (10-20 % de los casos).


Secundaria:

Evoluciona a partir de un mieloma múltiple ya existente (80-90 % de los casos).


Microscopio con células de Leucemia de Células Plasmáticas 



Diferencias con el Mieloma Múltiple

Localización de las células plasmáticas. En el mieloma múltiple, las células plasmáticas malignas se encuentran predominantemente en la médula ósea.

En la leucemia de células plasmáticas, estas células invaden la sangre periférica.
La LCP es más agresiva
, con mayor tasa de proliferación y resistencia al tratamiento.

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Síntomas de la leucemia de células plasmáticas:

Los síntomas son similares a los del mieloma múltiple avanzado, pero pueden ser más severos debido a la diseminación sistémica:

Síntomas generales:

Fatiga severa (por anemia).
Pérdida de peso y debilidad.
Fiebre recurrente (inmunosupresión).


Complicaciones específicas:

Hipercalcemia:

Dolor óseo, náuseas, confusión y arritmias.

Insuficiencia renal:

Por depósitos de cadenas ligeras en los riñones.
Citopenias: Infecciones frecuentes y hemorragias por infiltración de la médula ósea.

Síntomas de leucemia:

Hepatomegalia, esplenomegalia o adenopatías (menos comunes en MM clásico).

Pronóstico:

La leucemia de células plasmáticas tiene un pronóstico más desfavorable que el mieloma múltiple, con una supervivencia media de 2-12 meses sin tratamiento adecuado. Esto se debe a:

Alta resistencia a los tratamientos.
Progresión rápida de la enfermedad.
Complicaciones sistémicas graves.


Pruebas diagnósticas

Hemograma:

Presencia de células plasmáticas en sangre periférica.


Biopsia de médula ósea:

Confirma la infiltración por células plasmáticas malignas.


Estudios de imagen:

Identificar lesiones óseas típicas del mieloma múltiple.


Electroforesis de proteínas séricas y urinarias:

Detecta paraproteínas (cadenas ligeras o inmunoglobulinas monoclonales).


Citogenética y estudios moleculares:

Identifican alteraciones genéticas asociadas a un peor pronóstico (como del(17p) o t(4;14)).


Tratamiento:

El manejo de la LCP es intensivo y requiere terapias avanzadas.




La leucemia de células plasmáticas es una manifestación avanzada y agresiva del mieloma múltiple, asociada a un pronóstico reservado. Requiere un enfoque diagnóstico y terapéutico rápido e intensivo para mejorar la supervivencia y la calidad de vida del paciente.

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