María Victoria Mateos. Presidenta de la SEHH y la FEHH
DIARIO MÉDICO
En la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia nos sentimos muy orgullosos de la colaboración que acabamos de iniciar con la Red Española de Registros de Cáncer y su grupo HematoRedecan porque la necesitábamos. Gracias a esa colaboración se han recogido las primeras estimaciones a nivel nacional del impacto de los cánceres hematológicos. Ya podemos decir alto y claro que estos, en su conjunto, ocupan el quinto lugar en la clasificación de incidencia del cáncer en general, por detrás de los cánceres de mama, pulmón, próstata y colon, con una incidencia estimada para 2024 de 28.657 nuevos pacientes.
En el caso concreto del mieloma múltiple, la estimación de incidencia para 2024 es de seis casos nuevos por cada 100.000 habitantes y año, y la supervivencia a cinco años es del 40% para el periodo comprendido entre 2002 y 2016, en la que probablemente estén reflejándose los resultados de la incorporación de los primeros fármacos, allá por 2003. El mieloma múltiple es una de las enfermedades en las que más innovación ha venido produciéndose en los últimos años, con lo cual es de esperar que los resultados de la supervivencia en el periodo más reciente reflejen la incorporación de dicha innovación, que incluye los anticuerpos monoclonales antiCD38 y mejoras importantes en el tratamiento de las recaídas. Por grupos de edad, es cierto que la innovación está ayudando muy especialmente a los pacientes jóvenes, pero los mayores de 70 años también se están beneficiando.
En 2024, el Mieloma Múltiple tendrá una incidencia de 6 casos nuevos por 100.000 habitantes y año.
Dejando a un lado la responsabilidad política en el acceso a los nuevos fármacos, hay un factor importante para tener en cuenta en la incorporación de la innovación, y este es el contexto de la investigación clínica. El mieloma múltiple es una enfermedad que lo representa claramente, porque hemos pasado de no tener nada a tenerlo casi todo. Pero estas nuevas terapias no han entrado de golpe, sino poco a poco y a través de unos pocos hospitales en los que se concentra la investigación clínica en nuestro país. Aunque el acceso está abierto a todos los hospitales de España, no es raro ver mejores resultados de supervivencia en los centros que lideran la investigación.
Entre las estrategias de prevención del cáncer, hay un documento europeo con objetivos claros de aquí a 2030. Incluye estrategias clásicas y generales sobre la promoción de hábitos de vida saludables y la conversión de Europa en un espacio libre de tabaco, lo cual sería estupendo.
Con relación al cáncer hematológico, plantean controlar cada vez más la exposición a radiación, teniendo en cuenta que la médula ósea es uno de los órganos más radiosensibles; la exposición a virus como los de las hepatitis B y C, y el VIH -ya que aumentan la incidencia de linfoma-, y el de Epstein-Barr asociado al linfoma de Burkitt africano. Un dato importante que añadir es que sería muy importante incorporar las estrategias de inteligencia artificial en la búsqueda de nuevos factores de riesgo para actuar sobre ellos.
EL MIELOMA AHORA MISMO (Parte 1)