¿Qué son las células plasmáticas?
Las células plasmáticas son un tipo de glóbulo blanco especializado, perteneciente al sistema inmunológico. Su función principal es producir anticuerpos (inmunoglobulinas) para ayudar al cuerpo a combatir infecciones.
Se originan a partir de los linfocitos B en la médula ósea. Son responsables de la producción de anticuerpos específicos contra virus, bacterias y otras amenazas. Se encuentran principalmente en la médula ósea, ganglios linfáticos y bazo, pero también pueden circular en la sangre.

¿Cuál es la función de las células plasmáticas?
Producción de Anticuerpos: Fabrican inmunoglobulinas (IgG, IgA, IgM, IgE, IgD) que ayudan a neutralizar infecciones.
Memoria Inmunológica:
Algunas células plasmáticas pueden convertirse en células de memoria, permitiendo una respuesta rápida ante futuras infecciones.
Regulación de la Respuesta Inmunitaria:
Interactúan con otras células del sistema inmune para coordinar la defensa del organismo.
En el mieloma múltiple, las células plasmáticas se vuelven cancerosas y comienzan a proliferar de manera incontrolada en la médula ósea. Estas células plasmáticas anormales:
🔴 Producen anticuerpos defectuosos (proteína monoclonal o proteína M).
🔴 Infiltran la médula ósea, afectando la producción normal de glóbulos rojos, blancos y plaquetas.
🔴 Debilitan los huesos, causando lesiones líticas y fracturas.
Las células plasmáticas son esenciales para la respuesta inmune del cuerpo, pero cuando se transforman en células malignas, pueden dar origen a enfermedades como el mieloma múltiple. Su función principal es la producción de anticuerpos, lo que las convierte en una parte clave del sistema inmunológico.