Cuando tienes cáncer y tu vida cambia y no vuelve a ser la misma se llama duelo también.
¿Qué caracteriza este tipo de duelo?
Lo que vives cuando tienes cáncer y tu vida cambia de forma profunda y no vuelve a ser la misma también se llama duelo. Es un tipo de duelo vital o existencial, aunque no esté ligado directamente a la muerte de una persona.
También podemos hacer duelo por: la pérdida de la salud, pérdida del cuerpo tal como lo conocías la ruptura de la normalidad, el futuro que imaginabas y ya puede no ser, la identidad anterior (quién eras antes del diagnóstico), la tranquilidad o inocencia perdida.
Es una forma de duelo silencioso, porque muchas veces el entorno espera que solo «agradezcas estar viva», sin ver todo lo que perdiste por el camino.
¿Qué caracteriza este tipo de duelo?
No tiene un inicio claro, como la muerte de alguien es crónico, recurrente, porque con el mieloma muchas veces se convive, no se acaba, se mezcla con emociones contradictorias: alivio, rabia, tristeza, esperanza, a veces se vive en soledad emocional, porque los demás no lo entienden.
Y sin embargo, sí es duelo. Es una elaboración emocional profunda de lo perdido, una reconstrucción diaria de uno mismo o una transformación en la persona que serás a partir de ahora, con lo que has dejado atrás y lo que aprenderás a vivir, Y como todo duelo tendría que ser reconocido, merece ser acompañado, puede dejar cicatrices de las que sacaremos conclusiones y aprenderemos, a veces necesita ayuda terapéutica para poder salir sin destruir ni llevarse nada por delante por una mala gestión.
Alivio
Rabia
Tristeza
Esperanza
Soledad
Porque no todo lo que duele es visible y lo que perdimos también merece un lugar en nuestros corazones y en los corazones de los que nos rodean.
Mucha necesidad de salud mental para poder llevar la carga emocional.
